El poder del susurro
Palabras susurradas desde la intimidad pueden ser
más poderosas que las peticiones que se gritan en la corte.
Mateo 6:5-13 Jesús nos aconseja a orar en privado
al Padre, en el lugar secreto, no abiertamente para dar show en las calles.
Jesús también nos da una oración modelo.
Hay gran
poder en un simple susurro
Los maestros de escuela
saben por experiencia que el susurro es más efectivo para ganar la atención de
una clase que está alborotada. ¿Por qué? Cuando alguien susurra, nosotros
escuchamos de cerca porque pensamos que de otra manera no vamos a escuchar algo
importante.
El susurro es poderoso
porque es la voz de la intimidad. Los esposos en una situación íntima no
necesitan gritar o hablar con tonos normales. Un susurro es suficiente para
compartir pensamientos y sentimientos intencionados para nadie más que para
ellos mismos.
Dios ama la suavidad de una
dulce voz. De hecho es su método preferido de hablarle a Sus hijos,
todos los que comparten una relación intima con Él. Es por eso que es
importante para nosotros desarrollar la disciplina del silencio como parte de
nuestra adoración. A veces Dios nos habla en susurro y debemos estar callados
si queremos oírlo. Una vez cuando Dios le habló a Elías, su llegada fue
precedida por un viento fuerte, un terremoto, un fuego pero no se encontró en
ninguno de ellos. Después, Él le habló a Elías en una voz suave. En salmos 46:10 dice, "está
quieto y conoce que yo soy Dios" el
profeta Habacuc declara: "El Señor está en su templo. Que toda la tierra
guarde silencio ante su presencia".
A Dios le gusta hablarnos
con tonos suaves. Así que entendemos que a Él le gusta que le hablemos
de la misma manera. Cuando estamos en términos íntimos con el Señor no hay
necesidad de que gritemos. Todo lo que tenemos que hacer es susurrar. Esto es
lo que Jesús tenía en mente en Mateo 6 cuando les enseñó a sus discípulos a
orar. Santiago dice "la oración efectiva se eleva al Padre a través de
palabras suaves que sus hijos hablan desde su lugar secreto". Palabras
susurradas de intimidad siempre tienen más peso con Dios que las peticiones a
gritos.
El poder detrás de la
oración es el poder de la intimidad. Es el poder del susurro.
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, a veces soy
muy ruidoso o estoy muy ocupado para escuchar tu dulce voz. Enséñame lo simple
del silencio y el poder del susurro, en el nombre de Jesús, amén.
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