Guía básica para tener un bajo consumo de luz eléctrica
En lo que respecta a la eficiencia energética, la forma más fácil para empezar a cortar su factura mensual es a través de la iluminación de su hogar. Al hacer simples cambios en los tipos de bombillas que está utilizando, puede ser más respetuoso del medio ambiente mientras que se ahorra un dineral. Debido a todos los cambios que la industria de la iluminación verde ha sufrido en tan sólo los últimos años, es fácil sentirse abrumado con todas las opciones que están disponibles. Si usted está buscando una idea entre todas las alternativas de iluminación verdes disponibles en la actualidad, esta práctica guía le dará el fundamento básico que necesita para actualizar sus focos y cosechar los beneficios financieros y ambientales de iluminación de bajo consumo!
ALGUNOS TÉRMINOS DE ILUMINACIÓN IMPORTANTE
Watt: Esta unidad mide la energía que se necesita para una determinada aplicación - por ejemplo, necesita 100 vatios para funcionar una bombilla de 100 watts de luz. Técnicamente, esto se define como la cantidad de julios por segundo.
Voltios: Una unidad de medida que expresa la cantidad de flujo de electrones a través de un circuito dado. Por ejemplo, si se compara este concepto con el agua en las tuberías, es igual a la presión del agua, o más específicamente, qué tan rápido o lento el agua está fluyendo. En términos generales, la norma de EE.UU. para los hogares es de 110 voltios, pero en Europa es de 220 voltios.
Lúmenes: Estas unidades se utilizan para medir la potencia de la luz que se percibe por el ojo humano. Estas medidas tienen por objeto medir la diferente sensibilidad del ojo humano a diferentes longitudes de onda de la luz.
Kelvin: Esta unidad se utiliza para medir la temperatura. En relación a la iluminación, es el número más importante a tener en cuenta para determinar el color de los fluorescentes y los LEDs. Cuanto menor es la temperatura Kelvin, más caliente es el color de la luz, y cuanto mayor sea la temperatura, la luz será más azul y fría.
LOS TIPOS MÁS COMUNES DE ILUMINACIÓN INTERIOR
El incandescente: Una norma en desaparición.
Aunque a todos nos gusta Thomas Edison, su foco original de luz basado en tungsteno, nunca fue conocido por su eficiencia. A pesar de haber sido el estándar de iluminación por décadas, la industria de la iluminación finalmente se está alejando de las bombillas incandescentes a un ritmo acelerado. Afortunadamente ahora tenemos opciones mucho mejores, más eficientes y de mayor duración.
Halógeno y Zenón
Una lámpara halógena es una lámpara incandescente que alberga un filamento de tungsteno contenido con un gas inerte y una pequeña cantidad de un halógeno como el yodo o bromo. Tecnologías de Halógeno y Zenón le permiten obtener más luz con menos vatios, pero son aún son bastante ineficientes. A pesar de que una halógena de 100 vatios proporciona el equivalente a 250 vatios de luz incandescente , la bombilla todavía requiere 100 vatios - mientras que un fluorescente sólo tendría que ser alrededor de 60 -75 Watts. El beneficio de la tecnología de Halógeno y Zenón es que son de tamaño pequeño en comparación con las bombillas incandescentes o fluorescentes. Las bombillas de Zenón también son significativamente más eficientes que las de halógeno, ya que operan a menor temperatura y mantienen una mejor calidad de luz. Al utilizar bombillas de Halógeno o Zenón, la mejor opción es por lo general elegir los sistemas de bajo voltaje que funciona a 12 voltios en lugar de la estándar de 120 voltios se tienen las bombillas incandescentes regulares.
Fluorescentes compactas o lámparas fluorescentes compactas (CFLs)
Las bombillas fluorescentes compactas cuentan con muchas mejoras sobre las bombillas incandescentes, y ahora se han convertido en el estándar de la industria. Las bombillas fluorescentes, y más específicamente las lámparas fluorescentes compactas, usan una cámara de cristal en espiral llena de gas y balastos. Normalmente estas bombillas consumen un tercio o menos de la energía que una lámpara incandescente utiliza - una CFL de 23 vatios puede producir alrededor de 100 vatios de luz y se mantiene mucho más fresca mientras está encendida. Estas bombillas también vienen en variedad de formas y tamaños, y algunos vienen incluso sin mercurio.
El mayor contratiempo a la popularidad de la CFL han sido cuestiones relacionadas con el color y el tiempo de calentamiento. Sin embargo, las mejoras tecnológicas han dado paso a las lámparas fluorescentes compactas que emiten un color mucho más agradable, que van desde la luz del día hasta los blancos frescos. Por otra parte, la nueva tecnología permite que las bombillas alcancen instantáneamente entre 50-60% de la potencia apenas se encienden y alcanzan el 100% en un minuto. En la actualidad el mayor obstáculo para la completa adopción de lámparas fluorescentes compactas es el hecho de que son difíciles de atenuar, o más bien, que las bombillas o los sistemas que se puede atenuar, son un poco más caros que los estándar.
LED
LED (Light Emitting Diodes) o diodos emisores de luz, son muy superiores a las lámparas fluorescentes compactas en términos de eficiencia, atenuación y emisión de lumen. Un LED es un semiconductor de fuente de luz; cuando un diodo emisor de luz está encendido, los electrones son capaces de recombinarse con huecos de electrones dentro del dispositivo, liberando energía en forma de fotones. El color resultante de la luz corresponde a la energía del fotón, que produce un efecto llamado electroluminiscencia.
Los LED han sido la solución en marcha para tareas de iluminación desde hace algún tiempo, siendo cada vez mas consideradas como sustitutos de las bombillas incandescentes. Las mejoras de la tecnología han dado paso al ambiente más LED, y estas bombillas son muy eficientes energéticamente; ahora puede sustituir la bombilla estándar incandescente de 60 vatios con una bombilla LED que utiliza sólo 12.5 vatios de energía y dura mucho más tiempo. Las luces LED utilizan sólo el 10-20% de la electricidad necesaria para la luz equivalente en lámparas incandescentes, y duran alrededor de 50 veces mas. Debido a su diseño único, los LED se pueden atenuar muy bien, casi no emiten calor, y se sienten fríos al tacto.
OLED
OLED (Organic Light Emitting Diodes) o diodos emisores de luz orgánica, están hechos de materiales orgánicos flexibles que se pueden colocar en casi cualquier cosa. Sin embargo, esta tecnología está todavía en las primeras etapas de desarrollo. Actualmente los OLEDs son más frecuentes en aplicaciones tecnológicas, tales como pantallas flexibles y televisores, pero sin duda el futuro es brillante para esta tecnología.
Luz Natural
Por razones obvias, la luz natural es la manera más ecológica para iluminar cualquier espacio. Para la mayoría de las personas esto puede lograrse a través de ventanas y tragaluces estratégicamente ubicados, pero no todos los espacios tienen el mismo acceso directo al sol. Afortunadamente, hay varias tecnologías diferentes que no requieren luz directa del sol para funcionar, pero aún así sacan la electricidad del panorama. Los sistemas de transmisión de luz colocan una toma de captación de luz en el techo, que utiliza fibra óptica para redirigir la luz natural dentro de su hogar u otros espacios.
El aumento de la luz del día natural también se puede lograr con dispositivos reflejados (también conocido como heliostatos) que redireccionan los rayos del sol de su césped o jardín hacia su casa. Un solo heliostato dirigido a través de una ventana o tragaluz puede entregar el equivalente a 40 bombillas incandescentes de 100 vatios. Ambas opciones son una gran manera de añadir luz a cualquier habitación oscura, pero como usted puede imaginar, ninguna de estas opciones funciona después de que el sol se pone.
Cada opción tecnológica puede ser mas costosa que los tradicionales focos incandescentes, pero hay que tener siempre presente el costo-beneficio que se produce con las nuevas tecnologías, por ejemplo, una bombilla CFL o LED cuesta mas que una incandescente, pero dura mucho mas y genera ahorro en el consumo eléctrico, sin mencionar el beneficio que aportamos al medio ambiente.
ALGUNOS TÉRMINOS DE ILUMINACIÓN IMPORTANTE
Watt: Esta unidad mide la energía que se necesita para una determinada aplicación - por ejemplo, necesita 100 vatios para funcionar una bombilla de 100 watts de luz. Técnicamente, esto se define como la cantidad de julios por segundo.
Voltios: Una unidad de medida que expresa la cantidad de flujo de electrones a través de un circuito dado. Por ejemplo, si se compara este concepto con el agua en las tuberías, es igual a la presión del agua, o más específicamente, qué tan rápido o lento el agua está fluyendo. En términos generales, la norma de EE.UU. para los hogares es de 110 voltios, pero en Europa es de 220 voltios.
Lúmenes: Estas unidades se utilizan para medir la potencia de la luz que se percibe por el ojo humano. Estas medidas tienen por objeto medir la diferente sensibilidad del ojo humano a diferentes longitudes de onda de la luz.
Kelvin: Esta unidad se utiliza para medir la temperatura. En relación a la iluminación, es el número más importante a tener en cuenta para determinar el color de los fluorescentes y los LEDs. Cuanto menor es la temperatura Kelvin, más caliente es el color de la luz, y cuanto mayor sea la temperatura, la luz será más azul y fría.
LOS TIPOS MÁS COMUNES DE ILUMINACIÓN INTERIOR
El incandescente: Una norma en desaparición.
Aunque a todos nos gusta Thomas Edison, su foco original de luz basado en tungsteno, nunca fue conocido por su eficiencia. A pesar de haber sido el estándar de iluminación por décadas, la industria de la iluminación finalmente se está alejando de las bombillas incandescentes a un ritmo acelerado. Afortunadamente ahora tenemos opciones mucho mejores, más eficientes y de mayor duración.
Halógeno y Zenón
Una lámpara halógena es una lámpara incandescente que alberga un filamento de tungsteno contenido con un gas inerte y una pequeña cantidad de un halógeno como el yodo o bromo. Tecnologías de Halógeno y Zenón le permiten obtener más luz con menos vatios, pero son aún son bastante ineficientes. A pesar de que una halógena de 100 vatios proporciona el equivalente a 250 vatios de luz incandescente , la bombilla todavía requiere 100 vatios - mientras que un fluorescente sólo tendría que ser alrededor de 60 -75 Watts. El beneficio de la tecnología de Halógeno y Zenón es que son de tamaño pequeño en comparación con las bombillas incandescentes o fluorescentes. Las bombillas de Zenón también son significativamente más eficientes que las de halógeno, ya que operan a menor temperatura y mantienen una mejor calidad de luz. Al utilizar bombillas de Halógeno o Zenón, la mejor opción es por lo general elegir los sistemas de bajo voltaje que funciona a 12 voltios en lugar de la estándar de 120 voltios se tienen las bombillas incandescentes regulares.
Fluorescentes compactas o lámparas fluorescentes compactas (CFLs)
Las bombillas fluorescentes compactas cuentan con muchas mejoras sobre las bombillas incandescentes, y ahora se han convertido en el estándar de la industria. Las bombillas fluorescentes, y más específicamente las lámparas fluorescentes compactas, usan una cámara de cristal en espiral llena de gas y balastos. Normalmente estas bombillas consumen un tercio o menos de la energía que una lámpara incandescente utiliza - una CFL de 23 vatios puede producir alrededor de 100 vatios de luz y se mantiene mucho más fresca mientras está encendida. Estas bombillas también vienen en variedad de formas y tamaños, y algunos vienen incluso sin mercurio. El mayor contratiempo a la popularidad de la CFL han sido cuestiones relacionadas con el color y el tiempo de calentamiento. Sin embargo, las mejoras tecnológicas han dado paso a las lámparas fluorescentes compactas que emiten un color mucho más agradable, que van desde la luz del día hasta los blancos frescos. Por otra parte, la nueva tecnología permite que las bombillas alcancen instantáneamente entre 50-60% de la potencia apenas se encienden y alcanzan el 100% en un minuto. En la actualidad el mayor obstáculo para la completa adopción de lámparas fluorescentes compactas es el hecho de que son difíciles de atenuar, o más bien, que las bombillas o los sistemas que se puede atenuar, son un poco más caros que los estándar.
LEDLED (Light Emitting Diodes) o diodos emisores de luz, son muy superiores a las lámparas fluorescentes compactas en términos de eficiencia, atenuación y emisión de lumen. Un LED es un semiconductor de fuente de luz; cuando un diodo emisor de luz está encendido, los electrones son capaces de recombinarse con huecos de electrones dentro del dispositivo, liberando energía en forma de fotones. El color resultante de la luz corresponde a la energía del fotón, que produce un efecto llamado electroluminiscencia.
Los LED han sido la solución en marcha para tareas de iluminación desde hace algún tiempo, siendo cada vez mas consideradas como sustitutos de las bombillas incandescentes. Las mejoras de la tecnología han dado paso al ambiente más LED, y estas bombillas son muy eficientes energéticamente; ahora puede sustituir la bombilla estándar incandescente de 60 vatios con una bombilla LED que utiliza sólo 12.5 vatios de energía y dura mucho más tiempo. Las luces LED utilizan sólo el 10-20% de la electricidad necesaria para la luz equivalente en lámparas incandescentes, y duran alrededor de 50 veces mas. Debido a su diseño único, los LED se pueden atenuar muy bien, casi no emiten calor, y se sienten fríos al tacto.
OLED
OLED (Organic Light Emitting Diodes) o diodos emisores de luz orgánica, están hechos de materiales orgánicos flexibles que se pueden colocar en casi cualquier cosa. Sin embargo, esta tecnología está todavía en las primeras etapas de desarrollo. Actualmente los OLEDs son más frecuentes en aplicaciones tecnológicas, tales como pantallas flexibles y televisores, pero sin duda el futuro es brillante para esta tecnología.
Luz Natural
Por razones obvias, la luz natural es la manera más ecológica para iluminar cualquier espacio. Para la mayoría de las personas esto puede lograrse a través de ventanas y tragaluces estratégicamente ubicados, pero no todos los espacios tienen el mismo acceso directo al sol. Afortunadamente, hay varias tecnologías diferentes que no requieren luz directa del sol para funcionar, pero aún así sacan la electricidad del panorama. Los sistemas de transmisión de luz colocan una toma de captación de luz en el techo, que utiliza fibra óptica para redirigir la luz natural dentro de su hogar u otros espacios. El aumento de la luz del día natural también se puede lograr con dispositivos reflejados (también conocido como heliostatos) que redireccionan los rayos del sol de su césped o jardín hacia su casa. Un solo heliostato dirigido a través de una ventana o tragaluz puede entregar el equivalente a 40 bombillas incandescentes de 100 vatios. Ambas opciones son una gran manera de añadir luz a cualquier habitación oscura, pero como usted puede imaginar, ninguna de estas opciones funciona después de que el sol se pone.
Cada opción tecnológica puede ser mas costosa que los tradicionales focos incandescentes, pero hay que tener siempre presente el costo-beneficio que se produce con las nuevas tecnologías, por ejemplo, una bombilla CFL o LED cuesta mas que una incandescente, pero dura mucho mas y genera ahorro en el consumo eléctrico, sin mencionar el beneficio que aportamos al medio ambiente.
Fuente : http://mmsabiduria.blogspot.com/2011/01/guia-basica-para-tener-un-bajo-consumo.html
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