viernes, 30 de abril de 2010

Meditació Anthony de Mello

imagen Flor para meditar
Flor para meditar




Meditación 6




"Las zorras tienen guaridas.

y las aves de! cielo nidos: pero el Hijo del hombre

no tiene donde reclinar !a cabeza"

(Mt 8.20)




He aquí un error que la mayoría de las personas cometen en sus relaciones

con los demás: tratar de construirse un nido estable en el flujo

constantemente móvil de la vida.Piensa en alguien cuyo amor desees. ¿Quieres ser alguien importante para esa persona y significar algo especial en su vida? ¿Quieres que esa persona te

ame y se preocupe por ti de una manera especial? Si es así, abre tus ojos y comprueba que estás cometiendo la necedad de invitar a otros a reservarte para sí mismos, a limitar tu libertad en su propio provecho, a controlar tu conducta, tu crecimiento y tu desarrollo de forma que éstos se acomoden a sus propios intereses. Es como si la otra persona te dijera: "Si quieres ser

alguien especial para mí, debes aceptar mis condiciones, porque, en el momento en que dejes de responder a mis expectativas, dejarás de ser especial". ¿Quieres ser alguien especial para otra persona? Entonces has de pagar un precio en forma de pérdida de libertad. Deberás danzar al son de esa otra persona, del mismo modo que exiges que los demás dancen a tu

propio son si desean ser para ti algo especial.

Párate por un momento a preguntarte si merece la pena pagar tanto por tan poco. Imagina que a esa persona, cuyo especial amor deseas, le dices:

"Déjame ser yo mismo, tener mis propios pensamientos, satisfacer mis propios gustos, seguir mis propias inclinaciones, comportarme tal como yo decida que quiero hacerlo..." En el momento en que digas estas palabras,comprenderás que estás pidiendo lo imposible. Pretender ser especial para alguien significa, fundamentalmente, someterse a la obligación de hacerse grato a esa persona y, consiguientemente, perder la propia libertad. Tómate el tiempo que necesites para comprenderlo... Tal vez ahora estés ya en condiciones de decir: "Prefiero mi libertad antes que tu amor".

Si tuvieras que escoger entre tener compañía en la cárcel o andar libremente por el mundo en soledad, ¿qué escogerías? Dile ahora a esa persona: "Te dejo que seas tú misma a, tener tus propios pensamientos, satisfacer tus propios gustos. seguir tus propias inclinaciones, comportarte tal como decidas que quieres hacerlo... " En el momento en que digas esto, observarás una de

gustos, que sigas tus propias inclinaciones, que te comportes tal como decidas que quieres hacerlo... "

Y observarás también algo más: que la otra persona deja automáticamente de ser algo especial e importante para ti, pasando a ser importante del mismo modo en que una puesta de sol o una sinfonía son hermosas en sí mismas, del mismo modo en que un árbol es algo especial en sí mismo y no por los frutos o la sombra que pueda ofrecerte. Compruébalo diciendo de nuevo: "Te dejo que seas tú mismo... " Al decir estas palabras te has liberado a ti mismo. Ahora ya estás en condiciones de amar. Porque, cuando Te aferras a alguien desesperadamente, lo que le ofreces a la otra persona no es amor, sino una cadena con la que ambos, tú y la persona amada, quedáis

estrechamente atados. El amor sólo puede existir en libertad. El verdadero amante busca el bien de la persona amada, lo cual requiere especialmente la liberación de ésta con respecto a aquél.













UNA LLAMADA AL AMOR

Autor: Anthony de Mello

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